27 octubre, 2016

Los exámenes en grupo. Una herramienta de evaluación del siglo XXI.

Top view of group of colleagues working in team

¿Te atreves a poner a tus alumnos un examen para que lo hagan en equipo? Sí ya sé que es algo que reta, una vez más, nuestras creencias sobre la evaluación. De eso se trata. Estamos en el siglo XXI y lo que seguro sabemos es que tenemos que encontrar nuevas formas de enseñanza acordes con las nuevas circunstancias de la época en que vivimos.  Tampoco es que con esto estemos inventando la sopa de ajo. Ahora de lo que se trata es de hacerlo muy bien y conseguir que los exámenes en grupo sean una herramienta de aprendizaje y de evaluación que sea útil para ti y para tus alumnos. Para ti como profe porque te da pistas de aquello que tus alumnos tienen que mejorar y para los estudiantes porque les da mucha información sobre cómo trabajan en equipo, qué es lo que aportan, cuál es su grado de compromiso y, por encima de todo, de lo mucho que pueden aprender de sus iguales.

Para darnos cuenta de lo que pretendemos con los exámenes en equipo te aconsejo que veas el vídeo de Enric LLadó en que demuestra que no nos podemos permitir perder el extraordinario valor que tiene la colaboración y el trabajo en equipo para el resultado final de nuestros proyectos. Después de verlo y sorprenderte te aseguro que serás un ferviente seguidor de lo que es trabajar en equipo.

No vamos a buscar lo mismo que en una prueba de evaluación individual, eso es evidente. Por tanto, vamos a aclarar qué es lo que buscamos con un examen en grupo.

  • Todos deben comprometerse y tomárselo en serio. Eso significa que nadie puede esconderse y esperar conseguir una nota gratis. De eso se encarga el equipo, pero es tu responsabilidad controlarlo y hacer que se cumpla. Observa y verás. Cuando hayas visto, no te escondas y resuelve tú. Al menos en una primera fase. Las primeras veces que organices exámenes en grupo verás que no saben hacerlo. Están entrenando, pero tú diriges el entrenamiento y como un buen entrenador no puedes tolerar que alguien se pasee en tus entrenamientos y en los partidos amistosos y luego pretenda jugar y ganar las finales. Yo empiezo observando y si se da una situación en la que alguien pretende conseguir  premio sin esfuerzo tomo una decisión muy fácil, lo hago trabajar a parte, si en los otros grupos hay más de este tipo los hago que trabajen juntos en un equipo especial. No tardan ni diez minutos en darse cuenta de lo que han perdido con respecto a la situación anterior. Ah y cuando lo hago, no hay vuelta atrás. A la próxima ocasión ya tendrán la segunda oportunidad de aprovecharlo y en el 90% de los casos sé que lo harán mejor, que es de lo que se trata, de  mejorar.
  • El resultado final debe ser mejor que el que se conseguiría individualmente. ¿Conoces la ley de la caravana? Esa que dice que una caravana -un equipo- avanza a la velocidad del carro más lento. Pues vamos a cambiarla. ¿Quién de los que forma el grupo tiene el mejor nivel? ¿Cuál sería la nota que obtendría trabajando solo? Pues superar esa nota es el objetivo del equipo. Para ello tendrán que sumar esfuerzos y conseguir superarse todos, no solo el que se considere el mejor.
  • Deben ejercer la responsabilidad que tienen. Algo que debes tener en cuenta es que la corrección entre los que forman el equipo no les permitirá, probablemente, decirse las cosas claras. Si alguien tiene un punto fuerte, -recuerda que de  eso hablamos en otro post y es clave- este es el momento de ponerlo en juego sin esconderse. Si alguien sabe, por ejemplo, dibujar y en eso es muy bueno y, por tanto, su intervención hará que el trabajo sea mejor, ha llegado la hora de ponerlo en práctica; si alguien suele tener muy buenas notas en lengua, es este el que debe hacer la revisión final; si alguien necesita obtener un 8 para que su nota media se salve de los 4,5 en que suele vivir, que presione al resto para que entre todos consigan como mínimo ese 8. Estas actitudes benefician a todos, así que a demostrar que eso nos interesa.
  • Que se evalúen. Según la manera cómo lo plantees ya te aviso que evaluarse será incómodo para tus alumnos. La clave está en el sistema que tú pongas en juego. No les hables de notas, utiliza una idea distinta que les hará ser mucho más sinceros: los porcentajes. ¿Qué porcentaje del éxito del examen en equipo tiene cada uno? Que lo decidan los que lo forman y te lo digan. Las primeras veces lo que harán es dividir el cien por cien entre los que forman el grupo. No pasa nada, están aprendiendo y esa es la opción más cómoda. Toma nota de lo que ellos decidan y no la discutas ni la pongas en tela de juicio. Cuando vayas haciendo más exámenes en grupo verás como esos empates técnicos de cortesía van dando un salto a la realidad y los porcentajes de responsabilidad cambian. Están aprendiendo a valorar su propia aportación y la de los demás y eso les será muy útil en el futuro, sea el que sea su trabajo.

Cuando hayas corregido los exámenes en equipo además de tener menos trabajo de corrección puedes tener dos notas. Una que es la que han obtenido todos a partir de la valoración que tú haces del resultado final, que será la misma para todos los de cada grupo, evidentemente; y otra que es la que obtienes de los porcentajes de participación que cada equipo ha asignado a sus integrantes. Es una nota muy válida y que te aconsejo que cuantifiques como la anterior.

Para acabar reforzando la importancia del examen en equipo y de lo que nos enseña a todos de cara a próximos ejercicios similares, coméntales los resultados. Si responden a tus expectativas, si están por encima o si están por debajo y haz que expliquen cuáles creen que son las causas de cualquiera de esas circunstancias. Puedes acabar pidiéndoles una reflexión en grupo-clase sobre la actividad. Verás cómo te dan ideas para mejorar la experiencia a la próxima.

Un par de reflexiones finales.

La primera es que no te extrañes si los que normalmente tienen mejores notas se sienten incómodos con algo así. No cedas. Para ellos que son más brillantes que los demás en eso que les da mejores notas es más importante que sumen a su capacidad de trabajo individual la de liderar proyectos. Que aprendan lo que aún no saben porque eso los hará ser aún más valiosos.

La segunda va de algo que imagino que has estado pensando mientras leías este post. ¿En qué se diferencia un trabajo en equipo de un examen en equipo? La respuesta es fácil. Tú le darás la importancia de un examen, es decir, harás lo mismo que haces cuando tienen uno individual. Anunciarlo con tiempo, prepararlo bien, marcar lo que tiene especial importancia y no dejarles utilizar materiales externos, por ejemplo. Si haces eso en un examen individual, haz lo mismo en uno en equipo.

Te sorprenderán los resultados a medio plazo ya verás.

Jaume Josa, octubre de 2016

laescuelacoach

Recursos para profes que buscan formación práctica, útil y divertida