19 junio, 2016

6 claves para empezar tus clases captando toda la atención de tus alumnos

students in their classroom is raising her hand to giving answer

Constantemente estoy recibiendo consultas de profes que me preguntanqué es lo que pueden hacer para captar la atención de sus alumnos desde el primer momento de la clase. Cada caso me gusta pensarlo específicamente, pero he llegado a la conclusión de que hay algunas cosas que son clave y que todos podemos tener en cuenta, que dan muy buenos resultados y que podrás poner en práctica de manera muy fácil.

Ya verás cómo, si lo haces, pronto tus alumnos esperarán lo que ocurrirá al principio de tu clase.

Déjame que haga una reflexión previa. La narrativa de tu clase es la historia que vas a contar en el tiempo de tu asignatura y, como cualquier buena historia, debe estar bien contada, muy pensada y debe atraparnos. Si consigues eso, lo demás viene rodado. Los profes de Educación Física igual que los entrenadores saben mucho de eso, así que, si buscas a alguien que pueda ayudarte en tu entorno, solo tienes que pedírselo a tus colegas deportistas y preguntarles lo que hacen.  Yo aprendí a hacerlo cuando ni siquiera me planteaba llegar a dar clase algún día, en los años en que fui entrenador de equipos de todas las edades de hockey sobre patines. Cada entrenamiento tenía su narrativa, era una historia que debía empezar de una manera, seguir de otra y llegar a un desenlace que motivara a los jugadores a querer venir al próximo entrenamiento, hiciera frío o calor, y que los empujara a ser cada día mejores y a ganar partidos y campeonatos pasándolo además muy bien. Si eso era posible con el hockey, ¿cómo no iba a ser posible con la literatura?

Vamos a los seis elementos clave para empezar una clase que haga que tus alumnos estén motivados:

  • Ten en cuenta lo que haya ocurrido antes.

Muy importante es la predisposición que van a tener tus alumnos. Como tú sabes muy bien, no es lo mismo una clase antes del patio que una media hora después, cuando ya lo han hecho; no es lo mismo una clase a las ocho de la mañana que una antes de marcharse; no es lo mismo un lunes que un viernes; … pero además de todos esos factores y circunstancias, te recomiendo que tengas en cuenta después de quien actúas. Sí, tú. El espectáculo que será tu clase después de quién va., ¿quién es tu telonero? Si es un profe superenrollado que los deja a todos “on fire” y los hace estar todo el rato participando y moviéndose, estará muy bien que tú los calmes antes de empezar, utiliza tu comunicación y una actividad más tranquila; si es una momia embalsamada que habla y se mueve a cámara lenta, que solo les pega un rollo de una hora, deberás activarlos con tu tono de voz, con tus gestos, con la actividad que les propongas; también deberás tener en cuente si llegan de un examen, entonces te recomiendo que les permitas conversar un rato, comentarlo y relajarse solos, no se te ocurra ponerles tú también un examen o algo que los evalúe, no va a salir bien.

  • Sorprende.

Si una película empieza con algo sorprendente es más que probable que durante la siguiente hora estemos enganchados para ver si esa sensación que hemos tenido se repite. Así que prepárate para estar cada día cambiando la forma en la que empiezas tu clase. Si eres de los que empieza corrigiendo los deberes cada día, no les vas a sorprender nada, pero si eres de los que empieza con un tiempo de lectura, tampoco. No se trata de qué haces, sino de que no se lo esperen. Yo soy poco partidario de hacer spoilers de lo que va a ocurrir en la siguiente clase que doy. A veces, si necesito que traigan algo, no puedo evitar hacerlo, pero siempre intento que no sepan muy bien por donde van a ir los tiros. Prepara un buen arsenal de tiros distintos para darlos a lo largo de tus clases del curso. Ya sé que es difícil variar 50 clases que alguien podría tener en un año, pero al menos no repitas lo mismo en 10 seguidas.

  • Juega y que jueguen.

Ya sé que eres un profe muy serio (o no), ya sé que nuestro trabajo es el más importante, pero eso no significa que tenga que ser aburrido, así que jugar es una buena muestra de que tu intención es que sea interesante y divertido. Ya sé que cuesta pensar siempre cosas divertidas y que piensas, en el peor de los casos, “si quieren divertirse que vayan al cine”, pero te haré una pregunta, ¿cuando tú vas a un curso de formación no prefieres que sea divertido? Yo sí y me juego lo que quieras que tus alumnos también.

Con un mínimo de interés por tu parte encontrarás en la red cantidad de páginas en las que encontrarás juegos relacionados con todas las materias que se te ocurran. Son ideas que tendrás que probar. Algunas saldrán bien y otras no. Pero todas mandarán un mensaje: “Me preocupo por hacer cosas distintas” Y eso a tus alumnos les encantará.

Pídeles que colaboren después de haber dado los primeros pasos, que te propongan tus alumnos algún juego para empezar la clase y verás como muy pronto los tienes enchufados a pensar en el tema que están trabajando. Hoy en día no tienes excusa porque la mayor biblioteca de recursos que ha existido en la historia está a tu alcance a un solo clic.

Yo utilizo en mis clases de lengua, juegos de palabras que les obligan a pensar. También he utilizado juegos de cartas de extrañas muertes como son las Black Stories y que hacen que piensen, se rían y se sorprendan. En mis clases de márquetin les planteó problema reales que hay que resolver hasta llegar al producto que les presento a los pocos minutos y que suponía la solución real al problema, o les hago jugar con eslóganes o con canciones relacionadas con la publicidad… (Hoy mismo acabo de plantearles cuál fue la respuesta de Adidas a la idea de Nike de hacer que Rocky Balboa llevara ropa Nike en RockyIII). Me gusta inventarme juegos porque sencillamente me lo paso mejor yo y ellos aprenden más.

  • Con un objetivo.

Hagas lo que hagas en tu clase has de hacerlo con un objetivo más allá del fácil que es que empiecen de una forma divertida. Lo que les propongas hacer al empezar tu clase ha de tener un valor añadido en función del tema que estáis trabajando, ha de ser una aproximación distinta a lo que vais a ver después, más original, más creativa, más lúdica, pero igualmente útil. No se trata de jugar solamente, se trata de aprender a jugar para aprender jugando y consolidar así lo que hemos aprendido con las sensaciones que nos ha dejado.

  • De pocos minutos.

No llenes tu clase con el juego inicial, eso es una trampa que te plantearán tus alumnos. Por una parte, si te piden que sigas con el juego y lo alargues, es que les ha encantado, has conectado con ellos, y eso está muy bien; pero solo es un recurso de calentamiento -como en el entrenamiento-, y eso tiene el objetivo de preparar para afrontar con mejor disposición el resto de la clase. Mi consejo es que el juego inicial tan solo ocupe un tiempo entre cinco y diez minutos. Si tanto les ha gustado, mejor; mañana más.

  • Que todos participen.

Todos van a entrenar, todos van a ser protagonistas en tu clase, por tanto, todos tienen que calentar. Con eso quiero decirte que es muy importante que todos jueguen, que todos actúen, no que actúe uno y 30 miren. Piensa actividades de impacto que no requieran control por tu parte, que se junten en grupos de cuatro o cinco y ellos mismos sean los que se controlen jugando. El resultado no va a ser una nota, así que tu intervención es prescindible totalmente; el resultado deseado es un estado de ánimo y la automotivación, por tanto, que tus ideas siempre tengan la base de que todos han de participar.

Y sí, va a haber cierto descontrol. Un descontrol controlado es lo mejor y ni se te ocurra buscar un control camuflado de semidescontrol, porque lo que te encontrarás será un descontrol descontrolado.

¿Has entendido el juego de palabras?

¡Pues juega! Ahora eres tú quien mueve ficha.

 

Jaume Josa, mayo de 2016.

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