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5 Ideas para una tutoría con un alumno
Si eres tutor o tutora, en algún momento tendrás que hablar con tus alumnos en una tutoría individual. Esa es una parte muy importante del trabajo de tutoría ya que es la parte que más ayudará al alumno a mejorar. Tanto si se trata de un alumno excelente que has de felicitar para que siga viendo el valor de su trabajo y no entre en dudas, como si es un alumno que por el contrario necesita mejorar para revertir una situación negativa. En ambos casos las ideas que puedes tener en cuenta son muy similares. Ya será tu habilidad y tu experiencia la que te ayude a manejar situaciones distintas. Confía en tu entrenamiento.
Vamos a ello.
- Haz que se sienta cómodo. Yo siempre digo que en comunicación, como en todo lo demás, lo más importante es el objetivo que te planteas. No se me ocurre ninguna situación en tutoría en que un tutor no quiera conseguir que su alumno se implique o se siga implicando en su trabajo como estudiante y en su mejora como persona. Por eso te recomiendo que conseguir la comodidad de la persona que tienes delante te ayudará mucho a conseguir la presdisposición adecuada. Así que elige un lugar tranquilo donde nnadie se sienta observado, donde sepa que lo que diga será confidencial, donde puedas demostrar que lo escuchas, donde nadie os interrumpa, que no haga mucho calor ni frío, que se esté cómodo, sin una mesa gigante en medio, sin ruidos,… Si vas enviar el mensaje «tú eres lo más importante ahora y yo estoy para colaborar contigo porque formo parte de tu equipo», no solo lo digas tú, que lo diga todo lo que facilite tu comunicación.
- Escucha activamente. Da pie en tu intervención a que sea la otra persona la que hable. Tú ya lo sabes todo lo que sabes, así que mejor escuchar a la otra persona para ver qué es lo que sabe y lo que te quiere contar. No empieces con algo indefinido como un «¿Qué me cuentas?» Sino con algo más concreto, como por ejemplo, «¿En que crees que estás haciendo un buen trabajo?» Yo soy muy partidario de enfocarse a lo positivo y si consigues que tus alumnos vean lo positivo que tienen, mejorará su autoestima y se atreverán a hacer cosas nuevas para mejorar. Si creen que no tienen nada que perder, la liarán sin parar y sin darse cuenta de la oportunidad que están perdiendo. La escucha activa es algo muy interesante que debes dominar como tutor. Consiste en centrarte en la persona que tienes delante sin escrutarla, estando atento, asintiendo con tu comunicación no verbal, escuchando los detalles de las palabras y los que están en la cmunicación no verbal de tu alumno. Todo dice cosas, así que máxima atención y luego compártelo con la otra persona.
- No escondas tus cartas. Una tutoría individual no es una partida de póker. He visto algunos tutores que colocan la libreta en la que anotan lo que el alumno dice de forma que este no vea jamás lo que están escrbiendo. Eso solo hace que la otra persona se sienta examinado, vaya con pies de plomo ante ti y mida lo que dice constantemente. Ese filtro impide gran parte de la sinceridad que tú necesitas. Yo aconsejo que no tomes notas mientras escuchas. Yo ni siquiera lo hago en mis sesiones de coaching, salvo en casos muy puntuales y en esos pido permiso para hacelo y dejo claro lo que estoy anotando con un «Deja que esto me lo apunte porque no quiero que se me pase». Mi consejo es, céntrate en el presente: ahora escucha y cuando la tutoría finalice y tu alumno ya se haya ido, entonces sacas la ficha de tutoría o tu libreta de anotaciones y rebobinas la peli de la sesión y te la vuelves a pasar. Te garantizo que con un mínimo entrenamiento, si has estado atento, no te habrás perdido nada. Anotas lo esencial y tus impresiones, además de lo más importante: los compromisos a los que has llegado con la otra persona, tanto por tu parte como por la suya. Si has de hacer algo tú, anótalo inmediatamente en tu agenda. No hay nada peor que un tutor al que se le pasa aquello a lo que se compromete con sus alumnos.
- No cierres puertas. Ofrece soluciones. Tu trabajo no es poner problemas, como experto tu trabajo es el de dar soluciones a los problemas de los que forman tu equipo. Así que entrena mucho para hacer muy bien ese papel. Consulta con expertos si no sabes qué hacer y díselo a la otra persona para que sepa que te has comprometido con el problema aunque ahora todavía no puedas darle una solución. Si solo hablas de lo terrible que ocurrirá si el alumno «no hace esto o lo otro» la reunión la estás enfocando absolutamente en negativo y eso no ayuda a dar ningún paso hacia adelante. Si estás en medio de un tunel oscuro, es muy difícil que empieces a caminar si no ves en un lado u otro. No le pidas a tu alumno que lo haga y enciende las luces. Dale opciones, haz que esas opciones sean interesante, personalízalas en quien tienes delante. No todo vale para las mismas personas y estamos en el siglo XXI, lo recuerdo una vez más. El siglo en que queremos que nos personalicen el móvil, las fotos, la ropa, las aplicaciones del móvil, los viajes y hasta los coches. Ese es el hábitat de tu alumno fuera del cole, ¿cómo no vas a personalizar las soluciones y las estrategias de mejora en cada persona? La enseñanza en serie ha muerto, la tutoría en serie también.
- Haz un seguimiento cercano y afable. La reunión de tutoría con un alumno solo es el punto de partida del trabajo que habrá que hacer. Tu alumno necesitará de refuerzos constantes, de recordatorios de compromisos, de que estés encima de lo que has acordado, necesitará sentir tu colaboración y tu liderazgo como algo cercano. Y entonces se desarrollará lo que habéis planificado hacer en la reunión. Sino se quedará en un conjunto de buenas intenciones que un día comentamos y que con el tiempo se han diluido. Te servirá para tener razón cuando tengas la siguiente reunión, para nada más. Solo conseguirás un «¿A qué te habías comprometido? ¿Lo has hecho? Entonces qué quieres» ¿Eso te deja tranquilo? ¿Tu trabajo acaba aquí? Desde ahora ya te digo que no. Plantéate una cosa: ¿Qué prefieres, resultados o tener razón?
Son cinco ideas muy sencillas que te ayudarán a plantear reuniones de tutoría con tus alumnos enfocadas a conseguir resultados positivos. Considérate un experto y entrena mucho. Cada día lo harás mejor.
Jaume Josa, enero 2017