6 octubre, 2016

4 ideas para que tus alumnos también conviertan la agenda en su secretaria

Little boy is climbing to amusement park on blue wall

 Que los niños y los jóvenes aprenden más con el ejemplo que les damos que con todo lo que les explicamos es algo evidente y que todos los profes sabemos, mira este vídeo si no lo acabas de creer. Eso nos da una responsabilidad enorme, es cierto, pero si encontramos la manera natural de transmitirlo, nos elimina mucho trabajo. Es decir, si convertimos eso que queremos educar en los demás en una actitud personal y una serie de hábitos que integramos en nuestra vida, será mucho más fácil hacérselos llegar a otras personas ya que no tendremos que hacer nada especial ni preparar nada extraordinario. Haciéndolo lo estaremos educando.

Vamos a ver las cuatro ideas que puedes tener en cuenta tú para organizarte mejor y que servirán a tus alumnos para que también aprendan algo que les servirá siempre: a organizar lo que han de hacer en el menor tiempo posible.

  1. Utiliza la agenda en público. No le daré muchas más vueltas al tema ya que lo tienes en el post anterior. La agenda se puede convertir en tu colaborador a tiempo completo, por tanto, también puede hacer ese trabajo para tus alumnos. Que te vean utilizando la agenda, si les das una fecha para, por ejemplo, la entrega de un trabajo, anótala delante de ellos. Manda claramente el mensaje de que para ti es importante -que lo es- e incluso puedes pedirles que ellos también lo apunten en ese momento. Convénceles de que ahorrarán tiempo, esfuerzo de recordar y evitarán estrés anotándose eso en la agenda.
  2. Que aprendan lo que supone anotar algo en la agenda. Cuando tu anotas en la agenda algo que has de hacer has de tener en cuenta que eso supondrá que, quizás, antes tienes que hacer algo. Por ejemplo: «Examen el día 12 de noviembre», anotar eso significa que antes de esa fecha tendrás que preparar el examen en función de los aspectos más importantes que hayas resaltado a lo largo de ese tema y, como mínimo, también preparar las copias. Si tuvieras el examen a las nueve de la mañana de un lunes, seguro que esa mañana misma no te ponías a hacerlo ¿verdad? Pues de eso se trata, anotar algo en la agenda suele suponer hacer algo antes. Cuando lo apuntes con ellos delante, aprovecha para anotar también cuando lo prepararás y cuando pedirás las copias, es decir las dos acciones que van incluidas en el hecho de poner un examen. Díselo a tus alumnos y que hagan lo mismo. Hazles reflexionar sobre qué necesitarán hacer para prepararlo y cuánto tiempo necesitarán para estudiarlo cada uno, ¿una hora? ¿dos? ¿preparar un esquema? ¿pedirle a un amigo los apuntes del día que faltó? Y pídeles que incluyan también eso en su agenda.  No pienses que es una pérdida de tiempo de tu clase; estás invirtiendo en que aprendan algo mucho más importante que es a pensar en que organizarse es imprescindible y que anotar lo que sea siempre supone hacer algo, un compromiso con nuestros resultados.
  3. Pensar en lo que viene en forma de proyecto. Cuando tu anotas en tu agenda algo que has de hacer a largo plazo, por ejemplo, una fecha de evaluación, significa que hay una serie de pasos que tendrás que hacer hasta llegar a ello. Es importante que tus alumnos aprendan que los trabajos que tienen que hacer tanto individualmente como en grupo suponen un conjunto de cosas que tendrán que hacer antes de la fecha de entrega. Entrénalos a prepararse también para eso. Por ejemplo, imagina que han de hacer un trabajo en grupo sobre un aspecto de tu materia. Eso supone que encuentren una fecha para reunirse; un tiempo para estar reunidos (y un lugar donde haya los medios para hacerlo); después necesitarán un tiempo para hacer lo que hayan decidido que hace cada parte en función de su ritmo; una fecha límite para tener hecha esa parte; enviarla a uno que necesitará tiempo para unificar cada parte; una última revisión de todos y, finalmente, enviarlo o hacerlo llegar al profe. Es solo un ejemplo, como te digo, para que vean cómo se organiza un proyecto por pasos y cómo cada uno de esos pasos ha de tener un lugar en la agenda y un tiempo determinado.
  4. Dar la misma importancia a lo personal y a lo profesional que van en la misma agenda. En el post anterior insistía mucho sobre este tema. Si solo anotamos lo que es profesional, nos estamos enviando el mensaje: «eso es lo más importante, lo demás es secundario». Y eso no es así. Para ti seguro, pero te diré una cosa, para tus alumnos mucho menos. Haz que aprendan a no cometer el error que los adultos cometemos al priorizar aquello por lo que nos pagan por encima de aquello que nos gusta y hacemos gratis. Anímales a apuntar en su agenda sus actividades fuera del colegio, de esta forma las tendrán también en cuenta y planificarán mucho mejor empezando a darles el lugar de tiempo que necesitan. ¡Ah! y comprométete siempre a animarlos a compaginarlas, no a abandonarlas, que es algo que muchos profes hacen cuando creen que los alumnos han de elegir entre estudiar y vivir otras cosas. Yo he sido mucho más feliz jugando a hockey sobre patines y estudiando y trabajando que solo estudiando y trabajando; he sido mucho más feliz saliendo con amigos y enamorándome que solo estudiando y trabajando; he sido mucho más feliz viajando y conociendo otros lugares que solo estudiando y trabajando. Aunque me guste muchísimo lo que estudio y en lo que trabajo. Estoy seguro de que a ti también te pasa. Por tanto, no privemos a nuestros alumnos de la felicidad que pueden disfrutar. Estudiar es importante, pero enamorarse lo es mucho más… y tener amigos y una vida sana y ver el mundo.

Conviértete en su ejemplo de organización y los estarás ayudando a ser más eficaces en su futuro profesional y a ser más felices en su vida personal.

No está mal como regalo, ¿no te parece? Y además lo conseguirás transmitir sin esfuerzo y sin hacer nada más que lo que ya haces por ti.

Jaume Josa, octubre de 2016

 

 

 

laescuelacoach

Recursos para profes que buscan formación práctica, útil y divertida