22 noviembre, 2012

10 recomendaciones para el director del cole (o de lo que sea)

33235079_sDar consejos siempre es difícil y no siempre es algo que sea bien recibido, así que lo llamaré recomendaciones. Se trata de una especie de decálogo poco ordenado pero muy eficaz de lo que como coach y como director (de colegios, de empresas de formación y de empresas que no son de formación) me ha servido para, sobre todo, resolver y evitar problemas, que al final es de lo que se trata.

1. Prestigia tu cargo. Sí, tú. Si no empiezas por hacerlo tú, quién esperas que lo haga. Ya sabemos que tu nombramiento como director no aparecerá en las revistas y los portales del mundo de la empresa, pero eso no importa. Tener responsabilidad significa que mereces tenerla, por tanto, lúcela, disfrútala y ejércela.

2. Fíjate unos objetivos claros y asumibles, pero a la vez lo suficientemente ambiciosos para que sean motivadores. Si estuvieras en cualquier empresa de otro ámbito y no tuvieras claros, clarísimos, tus objetivos es prácticamente imposible que duraras en el cargo ni cinco días, así que vamos a tomárnoslo en serio y escribe tus “sueños con piernas” y compártelos con todo tu equipo para implicarlos en ellos. Una vez tengas claro tu destino, establece la ruta, el plan de acción, integra el máximo de personas en el proyecto y, cada tanto, revísalo.

3. Genera confianza, es el mejor pegamento para cohesionar un equipo. Trabaja cada día para generar e incrementar la  confianza. No sólo en ti como líder del proyecto en que te has metido (o te han metido), sino en todos los que formáis el sistema. No aceptes ni toleres que se hable mal de nadie, si siquiera de los alumnos más conflictivos, ni de los padres más intolerantes, ni de los profesores menos implicados; todos pueden aportar tanto con sus críticas y sus actitudes como con sus elogios. ¡Despreciar el valor de los rebeldes es perder la posibilidad de tener una información esencial para mejorar! Confía y trabaja para que los demás también confíen.

4. Invierte en el buen humor. Seguro que habrá problemas pero por peor cara que pongas no se resolverán solos. Los problemas de hoy quizás no los puedas evitar, pero si inviertes en crear un clima de buen humor, resolverás gran parte de los de mañana.

5. Mantén el contacto. Hablar con las personas en todos los casos es siempre productivo para un directivo, pero para ti es más que eso, es esencial. Tu equipo está formado por personas altamente cualificadas que si se sienten escuchadas te proporcionarán información e ideas que pueden hacer que tu empresa dé saltos increíbles de calidad en cada curso. No olvides hablar también con tus clientes, las familias y especialmente los alumnos, y toma buena nota de lo que directa o indirectamente piden.

6. Utiliza el tiempo como instrumento de compensación. En época de crisis y en el mundo de la formación hablar de incentivos económicos es creer en el Pato Donald,  o mejor en el Tío Gilito, así que utiliza otras formas de recompensa y reconocimiento más imaginativas; por ejemplo, el tiempo.

7. Fomenta que el orden de responsabilidades en el sistema (en tu equipo) esté siempre claro, sea consensuado y se cumpla. Este es un buen principio para ahorrarte problemas. Vela porque se cumpla el orden de responsabilidades y vivirás más feliz.

8. Trabaja para que todos se sientan parte del equipo (todos son todos, ¡ojo!). Es importante. Recuerda que todos son parte del equipo, profes, personal no docente y alumnos, por supuesto. Todos y cada uno de ellos son decisivos, por tanto, que nadie, absolutamente nadie, se sienta de segunda categoría. Recuerda esas celebraciones de los triunfos deportivos en que entrenadores, jugadores, masajistas, utilleros y público se sienten parte del éxito. En tu caso es lo mismo.

9. Equilibra siempre lo que cada uno da y lo que recibe. Fomenta que todo el mundo lo haga y que nadie espere recibir para dar ¡eso es muy importante! Das y recibes no al revés. Y tú, como capitán, entrenador, líder, eres el primero que debe dar para después recibir.

10. Mira cada día la empresa que diriges como si fuera la primera vez que entras en ella. Como si fueras un nuevo cliente que va a comprar tus servicios. Eso hará que siempre estés informado y dispuesto a mejorar lo que tu cliente sólo querrá que funcione.

Estas diez recomendaciones se resumen en dos: empieza por algo y pásatelo bien. Lo bueno de llegar a tus objetivos es en quién te has convertido cuando los consigues.

Jaume Josa. Noviembre 2012

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